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  • Pedro Sánchez, Begoña Gómez, Álvaro García Ortiz y Francina Armengol muestran su complicidad en los actos del 10º aniversario de la proclamación del Rey.

El juez que investiga a la mujer del presidente por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios ha citado para este mismo miércoles al jefe de seguridad de Moncloa

Los actos para celebrar el décimo aniversario de la proclamación del Rey Felipe VI han dejado una fotografía que enmarca a cuatro de los personajes que han protagonizado la actualidad política en las últimas semanas.

Este miércoles políticos y altos cargos han acudido al Palacio Real para conmemorar los diez años de reinado y allí se ha podido apreciar la complicidad que hay entre muchos de ellos. En concreto destaca la instantánea de la Agencia Efe, que ha inmortalizado el afectuoso saludo de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, con Álvaro García Ortiz, el fiscal general del Estado, ante las sonrisas cómplices de Begoña Gómez, la esposa del presidente, y Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados.

Cabe recordar que mientras la mujer del presidente estaba en el Palacio Real, el juez Juan Carlos Peinado, que la investiga por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, ha citado para este miércoles al jefe de seguridad de Moncloa en relación a sus pesquisas para conocer quién firmó en nombre de la esposa del presidente del Gobierno su citación como imputada.

También García Ortiz ha aplacado titulares esta semana. Este martes el fiscal general del estado logró el aval de la Junta de Fiscales. Con su voto y el de Dolores Delgado, el magistrado consiguió que el organismo admitiera que la malversación del ‘procés’ es amnistiable.

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Noticias y análisis próximos o de especial interés

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¿Por qué votan el desequilibrio?

EQM, 200624

Quizá afortunadamente,cada vez parece haber más gente que comienza a reflexionar sobre lo expuesto, en particular cuando el principal origen de todos nuestro esperpénticos males nace, hace ya décadas, de una infanto-juvenil vagancia educativa y cultural que acaba aprobando su alegre burricie con la excusa del suspenso entretenido, tanto por la compulsiva adicción a las redes sociales como por pequeños amagos de ‘pasapalabra’.

Los profesores quietos paraos, como les ocurre a los diputados del Congreso, porque el temor a ser reconocidos por el sanchismo como parte de los nuevos ‘sacos de mierda’ que guardan la más o menos su estable paga.

Lo socialistas democráticos ni siquiera intenta dividir a la ciudadanía con una nueva y sensata socialdemocracia, quizás porque sus líderes, de un modo u otro, prefieren que no se hable de su histórica renta, también del codiciado y logrado bienestar.

Así que no sabemos nuestro colectivo aguante, por mucho que el psicópata nos hiele la sangre hasta un extremo al que le sobra populista elasticidad espasmódica…

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Mbappé, tras el partido en Dusseldorf en el que resultó herido.

  • Mbappé contra LePenchon, porque puede y quiere

El futbolista defiende el mundo imperfecto y doloroso, y superior a cualquier otro, donde ha logrado ser lo que es. Y el candidato de este mundo es Macron y no LePenchon

Arcadi Espada en sus diarios, 200624

No siempre, pero el silencio sobre el compromiso político personal es consecuencia de la mediocridad. Hay novelistas que tienen clientes a los dos lados y se cuidan muy mucho de defraudar a una parte, porque eso supondría perder la mitad del negocio. Con los deportistas pasa lo mismo: hay patrocinadores que imponen como condición el silencio ideológico.

Pero todo eso no rige cuando uno es J. K. Rowling o Diego Armando Maradona. La primera puede pronunciarse sobre una de las máximas ficciones de nuestra época, y decir que solo la nacida mujer es mujer. Y el otro pudo rendir tributo de admiración personal e ideológica a dos asesinos como el Che y Fidel Castro.

Es verdad que siempre hay excepciones campeonísimas, como la de Rafael Nadal, que declinó apoyar al movimiento Libre e Iguales cuando la democracia española estaba gravemente amenazada por el imperialismo de los Països Catalans.

Entre el grupo de elegidos está, obviamente, este futbolista Mbappé, que acaba de aconsejar a los franceses que no voten a LePenchon. Es ridículo que se le niegue su derecho a influir en el voto. Sobre todo cuando cualquier deportista de élite influye en tantas cosas decisivas de la vida, como la camiseta y las zapatillas, y además cobrando astronómicamente por la influencia.

Otra objeción, más o menos subrepticia, es que los deportistas no pueden opinar porque no leen. Hace poco hablaba con Santiago Solari sobre el vestuario de aquel Madrid y la evidencia de que era el único que leía: de acuerdo, pero la vida ha ido en dirección de las costumbres de aquel vestuario y de cualquier otro; y respecto a las opiniones políticas de algunos que leen, y sobre todo leyeron a lo largo del siglo XX, mejor el silencio.

Al margen de la legitimidad hay algo destacable en las opiniones políticas de este Mbappé: son rectamente compatibles con lo que es. Un multimillonario apoyando a las guerrillas comunistas puede formar parte de la atractiva literatura del desclasamiento, pero siempre acaba empapuzando.

Mbappé defiende el mundo imperfecto y doloroso, y superior a cualquier otro, donde ha logrado ser lo que es. Y el candidato de este mundo es Macron y no LePenchon, la siniestra alianza de nacionalismo, ignorancia y resentimiento que amenaza a Francia. Por último, está la justificación esencial de la bella irrupción del delantero centro francés: el fútbol, aburrido ir y venir, solo se sostiene por la política.

En mi caso personal por el Real Madrid, y mi consecuente deseo de que Francia gane esta Copa.

Tiene razón Rafael Latorre cuando defiende la libertad de no divulgar las opiniones políticas. Una democrática evidencia. Excepto cuando uno vive de divulgar sus opiniones, naturalmente.

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Un luminoso ejemplo de multilateralismo exitoso

Emmanuel Macron, José Manuel Barroso, Mohamed Cheikh El Ghazouani en Project Syndicate, 190624.

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El Gobierno bajará del 21% al 4% el IVA de la prensa y libros ...

Revista de de opinión en prensa

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La metamorfosis de Meloni
JM Nieto [España, 1973]

La metamorfosis de Meloni

Meloni se ha revelado como una política hábil y táctica, capaz de sacrificar buena parte de su bagaje ideológico en el altar del éxito político

Jorge del Palacio Martín en ABC, 200624

La victoria de Giorgia Meloni y Fratelli d’Italia en las elecciones de septiembre de 2022 fue la ocasión esperada por muchos analistas para confirmar que el fascismo estaba de vuelta en Occidente con rostro de mujer.

Después de una década mimando el diagnostico que hacía de la extrema derecha el sucesor natural de la crisis del capitalismo –discurso gracias al cual fue perdonado cualquier otro tipo de extremismo–, la victoria de Fratelli d’Italia parecía no poder interpretarse de otro modo. Incluso la Historia, con mayúscula en sentido hegeliano, contribuía al diagnóstico con un guiño: la victoria de Meloni coincidía con el centenario de la Marcha sobre Roma que llevó a Mussolini al poder.

No obstante, el tiempo ha mostrado que el principal proyecto de Giorgia Meloni no ha sido restaurar la obra del Duce, sino convertir Fratelli d’Italia en un partido conservador desde el poder. ¿El objetivo? Dar vida a un actor político capaz de consolidar su hegemonía sobre el centroderecha italiano.

A la hora de entender la lógica de sus decisiones políticas no debe perderse de vista que Meloni y la clase dirigente de Fratelli d’Italia ha sido muy consciente de que el 25,98 por ciento de los votos recibidos en 2022 –su partido tan sólo obtuvo el 4,33 por ciento de los votos en las elecciones de 2018– era una cifra excepcional en su doble acepción.

La cifra respondía, principalmente, a la redistribución interna de los votos de la coalición de centroderecha tras el agotamiento de los liderazgos de Berlusconi y Salvini. Razón por la cual, tras un ejercicio de oposición al Gobierno técnico de Mario Draghi, Meloni sufrió un proceso de ‘draghización’ nada más instalarse en el Palacio Chigi.

El grueso del 43,79 por ciento del voto que en las elecciones de 2022 recibió el centroderecha se ha identificado históricamente con un liderazgo reformista, europeísta y atlantista antes que con los fuegos artificiales del discurso radical-populista que Meloni gastaba en la oposición.

Si Fratelli d’Italia llegó al poder con un discurso soberanista, caracterizado por su posición crítica con la Unión Europea, la simpatía por las reivindicaciones de los gobiernos iliberales y un discurso contra las ‘élites globalistas’, desde que Meloni es presidenta del Consejo de Ministros de Italia su discurso y su política están perfectamente alineados con los objetivos de la Unión Europea y los acentos y matices de su discurso oficial.

No puede haber prueba más evidente al respecto que el nombramiento de Antonio Tajani, quien fuera presidente del Parlamento Europeo en el periodo 2017-2019, como ministro de Exteriores de Italia.

La tarea de convertir Fratelli d’Italia en un partido conservador no será una tarea sencilla, a pesar de que cuenta con elementos coyunturales que podrían ayudar a Meloni en su empresa. Primero, la ausencia de liderazgos en el centroderecha capaces de rivalizar con el suyo.

Segundo, una dinámica política que apunta hacia la restauración de cierto bipolarismo que reabsorbe las dinámicas populistas hacia la izquierda y la derecha, dejando atrás la competición tripolar. Tercero, la garantía de que el poder –es decir, la capacidad de gratificar a los suyos con incentivos materiales e ideales– puede neutralizar cualquier discrepancia con su proyecto dentro del partido.

No obstante, Meloni no es la primera líder de esta particular cultura de la derecha italiana que intenta su traducción en un partido capaz de superar su matriz neofascista. Como ha señalado el profesor Marco Tarchi, todos los líderes que descienden de la experiencia neofascista del Movimiento Social Italiano han sufrido cierto ‘complejo de Moisés’.

Han sentido el peso y la responsabilidad de tener que llevar a su pueblo hasta el reconocimiento pleno en la vida política de la Italia republicana –es decir, hasta su legitimación democrática–, partiendo de un momento fundacional vinculado a la nostalgia por el fascismo.

Y en la trayectoria histórico-política de esta familia ideológica cada líder ha interpretado esta misión orientándose por el principio «non rinnegare, non restaurare». Camino por el cual esta cultura política ha transitado, no sin problemas y ambigüedades, del neofascismo al postfascismo.

A una posición política que regula su relación con su pasado aceptando un vínculo histórico con el fascismo, pero negando, a su vez, cualquier vínculo ideológico. Posición que explica la ambigüedad de Fratelli d’Italia como partido que practica una política postfascista, en armonía con la lógica democrática, mientras mantiene en sus filas a políticos con biografías neofascistas.

El apetito de la prensa española por los titulares espectaculares ha hecho que en nuestra opinión pública reine una imagen de Meloni como una política intransigente, defensora de valores y principios a ultranza, como en el caso del aborto. Una imagen que satisface, por igual, los prejuicios de la prensa a la derecha y a la izquierda.

No obstante, se nos esconde que Meloni se ha revelado como una política hábil y táctica, con un instinto de poder refinadísimo capaz de sacrificar buena parte de su bagaje ideológico en el altar del éxito político. Un instinto que no sólo le han llevado a tirar por la borda el discurso radical populista con el que regalaba los oídos de la derecha soberanista europea, sino que ha abierto su partido, por ejemplo, al reconocimiento de la autonomía diferenciada para el norte de Italia en un movimiento orientado a absorber al electorado de la Lega.

Una apertura insólita si uno atiende a la hostilidad histórica de la tradición del postfascismo, portador de un robusto nacionalismo italiano, a las veleidades regionalistas de la Lega. Pero los votantes de Meloni ya no son los que votaban a Gianfranco Fini.

Tucídides enseñó que la política respondía a una mezcla de necesidad, casualidad y acción humana. Los tratadistas italianos del Renacimiento lo embellecieron hablando de necesidad, fortuna y virtud. No sabemos si Giorgia Meloni los ha leído, pero alguien se los ha debido de contar, pues parece seguir su consejo a pies juntillas.

Jorge del Palacio Martín es profesor del Área de Historia del Pensamiento Político y los Movimientos Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos.

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Refugiados en tiempos difíciles
Jose Mari Alemán Amundarain

Refugiados en tiempos difíciles

Saben nuestros gestores europeos que la única respuesta eficaz y justa pasa por la inversión en el desarrollo de África, el Magreb y Oriente Próximo

Jesús Prieto Mendaza en El Correo, 200624

Este año comenzó sumido en un clima bélico evidente. La contienda en Ucrania, el terrible ataque de Hamás del pasado 7 de octubre y la desproporcionada respuesta del Gobierno israelí nos han introducido de nuevo en un periodo de inquietud. A esto debemos sumar los intereses de determinadas potencias emergentes en Oriente Próximo y África Occidental, movimientos políticos y económicos que han desestabilizado la zona generando y avivando la tragedia migratoria diaria en nuestro contexto mediterráneo y atlántico.

Esta situación está generando miles de desplazados, migrantes climáticos y refugiados. Quienes anunciaron que las llegadas irregulares hacia España, puerta de Europa, se verían frenadas se equivocaron. La realidad ha demostrado que no ha sido así; incluso algunas de las tendencias que se habían reducido, como el llamado ‘fenómeno cayuco’ (que fue especialmente significativo en 2006) en la ruta canaria, se han visto intensificadas este último año y asistimos al incremento de nuevas rutas, como la de Argelia a Baleares o Levante.

A pesar de las sucesivas crisis, la miseria económica que vive una gran parte del planeta y la falta de respeto por los derechos humanos siguen arrojando hacia nuestras costas a hombres y mujeres (es necesario abordar de forma distintiva, por terrible, la perspectiva de género en los procesos migratorios irregulares controlados por las mafias de tráfico de personas) que buscan en Europa un refugio ante la posibilidad de ser asesinadas.

El Atlántico, el Mediterráneo y las vallas de Ceuta o Melilla siguen siendo puerta preferente de entrada irregular a nuestro territorio, realidad que, si bien afecta de forma preeminente al Estado español, señala acusadora a la política errática de la Unión, que bien por razones éticas o bien por razones de gestión puede decirse que está, además de fracasando, generando una de las mayores catástrofes humanitarias registradas en sus puertas.

Una situación que es afrontada por España debatiéndose entre la humanidad, los convenios de fronteras en el espacio europeo, los discursos nacionalistas-populistas frente al refugiado y la realidad económico-social del país.

Son ya muchos años los que lleva Europa enfrentando esta situación, que llamó en 2015 la ‘crisis de los refugiados’, y tal como le habían anunciado numerosos intelectuales y expertos, ni los acuerdos con Turquía, ni los campamentos de Grecia, ni los operativos de rescate de las rutas marítimas han contribuido a solucionar el problema, como explica muy bien el profesor Javier de Lucas en su libro ‘Mediterráneo. El naufragio de Europa’.

La cuestión migratoria sigue complicándose por las consecuencias terribles de movimientos políticos, económicos o bélicos que no nos son totalmente ajenos. Como consecuencia de las denominadas ‘primaveras verdes’, existen Estados fallidos, como es el caso de Libia, en los que las mafias y los señores tribales diariamente reducen a escombros los derechos humanos; o el de Afganistán, en el que Occidente ha cedido el espacio a los talibanes, generando legiones de refugiados que simplemente huyen de la esclavitud, la violación o la muerte.

En este contexto, el nuevo Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea ha aportado ruido mediático pero, en mi opinión, vuelve a caer en los mismos errores y falta de visión que denuncia Javier de Lucas en su libro. Un nuevo pacto que, una vez más, profundiza en una política a la que se destinarán millones de euros (Agencia Frontex, centros de estancia temporal, dotación de 20.000 euros por migrante irregular…), tan solo desde una perspectiva policial o de fronteras, obviando los factores que empujan a las personas en busca de refugio lejos de sus países.

Saben nuestros gestores europeos que la única respuesta eficaz, además de justa, pasa por esa cooperación en origen (sanitaria, educativa, agrícola, hídrica, económica…) y sin embargo nada de eso se menciona. Para nada se habla de invertir en el desarrollo de África, del Magreb o de Oriente Próximo. Una vez más, la UE volverá a ‘naufragar’ en esta dolorosa cuestión.

Jesús Prieto Mendaza, antropólogo. Coautor de ‘Verdaderos creyentes. Pensamiento sectario, radicalización y violencia’.

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Escuela
Lu Tolstova [Rusia]

 

¿Por qué son deficientes los resultados escolares en España?

Nuestra educación, tanto por parte de la sociedad como de la escuela y la familia, ha olvidado o marginado la formación del carácter, lo cual incluye la educación en las virtudes y los fundamentos morales asociados a ellas

Es cierto que existen grandes disparidades entre regiones en sus resultados educativos: la distancia que separa Castilla y León de Cataluña es abismal. Sin embargo, sumando y restando, el panorama general coloca a España en la cola de Europa.

Esta situación es la consecuencia de múltiples factores, y aunque el gasto en educación es una referencia obligada, ofrece una explicación limitada. El gasto público en educación está cerca de la media de la Unión Europea (4,4 % frente al 4,6 % del PIB), pero si lo consideramos en términos de euros de igual poder adquisitivo, la diferencia se esfuma.

Comparaciones significativas pueden hacerse con Portugal, que gasta un 4,3 % de su PIB y menos que España por alumno, pero ha mostrado mejoras notables, y con Polonia, que con un gasto menor se encuentra entre los mejores países en rendimiento escolar.

Resaltar esto no significa que los recursos no sean importantes, sino que la causa fundamental reside en otra parte. Todo aprendizaje, sea deportivo o cognitivo, necesita fundamentos sólidos. ¿Cuál es el fundamento clave en la educación?

Un artículo del psiquiatra Enrique Rojas, publicado en La Tercera de ABC, ofrece una clave al tratar de la «inteligencia auxiliar». Según Rojas, esta inteligencia se basa en una serie de instrumentos adquiridos: el orden en todos los ámbitos (mental, horario, en el hábitat, en la previsión), la constancia, la voluntad (la capacidad para querer algo y poner todos los medios para lograrlo), la motivación, la capacidad de observación (que el uso excesivo del móvil ha deteriorado), y finalmente, la capacidad de tomar nota como medio eficaz para fijar contenidos en la mente.

Si comparamos estos factores con el proceso educativo que siguen muchas familias y el tipo de pedagogía predominante en la mayoría de las escuelas, especialmente las públicas, observamos una disonancia evidente. Esta discrepancia es clave en los malos resultados de España. No importa si la educación es tradicional o basada en competencias, los resultados serán de malos a mediocres si no existen los fundamentos necesarios.

Nuestra educación, tanto por parte de la sociedad como de la escuela y la familia, ha olvidado o marginado la formación del carácter, lo cual incluye la educación en las virtudes y los fundamentos morales asociados a ellas. En el ámbito escolar, las virtudes son esenciales para los hábitos de comportamiento, la autodisciplina y el control personal.

«Educar en valores», como suele decirse, es inútil si no se enseña cómo realizarlos, y eso depende de prácticas específicas que son las virtudes. Este aspecto se relaciona con las actitudes, que afectan a cómo una persona percibe el mundo y responde a él; el respeto, por ejemplo, se sitúa en este ámbito.

Todo ello orientado al desarrollo de la personalidad, integrando los rasgos únicos de cada persona en un todo equilibrado. Un caso claro del fracaso en este aspecto es la educación sexual «a la moda», que se aborda de manera brutal sin integrarla en una antropología y virtudes humanas.

Todo esto requiere una educación formal y no formal, modelos a seguir, experiencias de vida, y cultura religiosa y práctica. Solo entonces es posible educar en una reflexión crítica efectiva.

En este contexto, la ética de las virtudes, que subraya la importancia de desarrollar el carácter moral y las virtudes personales para alcanzar la excelencia ética, es la base fundamental sobre la que se construye el ser humano. A diferencia de otras teorías éticas, que se centran en las reglas (deontología) o en las consecuencias (utilitarismo), la ética de las virtudes se enfoca en las cualidades del agente moral.

Esta educación exige cualidades o disposiciones positivas del carácter que permitan a una persona vivir y actuar de manera moralmente correcta. Ejemplos clásicos incluyen la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, junto con un carácter moral que configure la disposición general para actuar éticamente en situaciones diversas.

Para que una educación así sea posible, se necesitan Comunidades de Práctica: la familia, el centro escolar, y la sociedad en sus diversas manifestaciones comunitarias. Estas comunidades deben compartir prácticas, normas y objetivos comunes, proporcionando el contexto necesario para la educación moral y el desarrollo del carácter.

Rectificar esta situación en los términos apuntados es metodológicamente claro como el agua, pero cultural e ideológicamente casi imposible, porque estas cuestiones chocan frontalmente con la ideología dominante, con el poder político establecido de la satisfacción ilimitada del individualismo, basada en el emotivismo y la gratificación sin restricciones de los deseos.

El modelo ideológico imperante construye seres humanos para la marginalidad, la dependencia y la adicción, mientras que la minoría que no participa de este estatus de subalterno, sufre un proceso esquizoide creciente fruto de la contradicción entre sus capacidades científicas, técnicas o económicas y sus ínfimos recursos morales.

  • Josep Miró i Ardèvol es presidente de e-Cristians

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Un luminoso ejemplo de multilateralismo exitoso
KB Mpofu/Getty Images

Un luminoso ejemplo de multilateralismo exitoso

Emmanuel Macron, José Manuel Barroso, Mohamed Cheikh El Ghazouani en Project Syndicate, 190624

Se nos dice que el multilateralismo está en retirada. Pero no podemos permitir su reemplazo por el aislamiento y la fragmentación. Sabemos que para superar los desafíos globales (del cambio climático y la destrucción de la biodiversidad a las guerras, las tensiones geopolíticas y la turbulencia que padece el mundo actual), se necesitan formas renovadas y fortalecidas de cooperación internacional.

Felizmente, hay motivos reales para esperar que mecanismos de colaboración nuevos e innovadores permitan crear un mundo mejor. Y si hay un área donde el multilateralismo muestra su mejor historial y donde sus recompensas potenciales son mayores es tal vez en el trabajo conjunto para la mejora de los indicadores sanitarios mundiales.

En las últimas décadas, el multilateralismo, la solidaridad y la colaboración han impulsado victorias asombrosas contra las enfermedades infecciosas y transformado las vidas de algunas de las comunidades más marginadas del mundo. Por ejemplo, la tasa mundial de mortalidad infantil se ha reducido a la mitad desde 2000, y una de las razones principales ha sido la vacunación.

La vacunación es uno de los proyectos más prometedores para la humanidad en los años venideros. Los avances científicos han hecho posibles nuevas vacunas más eficaces, incluida la primera contra la malaria, que ya se está aplicando en varios países africanos. Y hoy más países que nunca pueden producir vacunas o acceder a ellas gracias a las innovaciones que tienen lugar en el área.

El 20 de junio, un mes antes de que el mundo se congregue para las próximas Olimpíadas, líderes de gobiernos nacionales, de la sociedad civil y del sector privado se reunirán en París para el evento «Proteger nuestro futuro: foro mundial para la innovación y la soberanía vacunatoria».

Esta reunión, organizada en forma conjunta por Francia en representación de Team Europe (con inclusión de la Unión Europea, sus estados miembros, el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo), la Unión Africana (UA) y Gavi, la Alianza para la Vacunación, encarna el espíritu de solidaridad en el que se basan estos logros.

Hoy que la mitad de África padece un nuevo brote de cólera (enfermedad que se ha vuelto endémica en la región como consecuencia directa del cambio climático), tenemos otra prueba más, después de la COVID‑19, de la necesidad de contar con un suministro más predecible y accesible de vacunas para los países en desarrollo.

El propósito del Foro es ser el inicio de una nueva era en materia de inmunización y equidad, con la formulación de un plan de Gavi para maximizar la protección de los niños contra enfermedades. Desde su fundación hace casi veinticinco años, Gavi ha vacunado a más de mil millones de niños (la octava parte de la humanidad) en países de bajos ingresos.

Al hacerlo, ha contribuido a la prevención de millones de muertes, generado beneficios económicos por cientos de miles de millones de dólares y ayudado a prevenir y enfrentar brotes de enfermedades nuevas o reemergentes.

Creemos que en el futuro las vacunas serán incluso más importantes para la protección de nuestra salud (en el Reino Unido se está probando una vacuna contra el cáncer de colon) y el desarrollo de los países. Las vacunas cumplen una importante función en la reducción del riesgo de resistencia a antibióticos; y en el área de la adaptación al cambio climático, protegen a los países contra brotes de enfermedades transmitidas por el agua (como el cólera), o por mosquitos (como la malaria y la fiebre amarilla), que pueden declararse como resultado de inundaciones, sequías y el aumento de las temperaturas.

La soberanía vacunatoria implica ayudar a los países a adueñarse de sus estrategias nacionales y darles medios para acceder a las vacunas que necesitan, sobre todo en tiempos de crisis e interrupción de las cadenas globales de suministro, como el que experimentamos durante la pandemia de COVID‑19.

Una fortaleza exclusiva del modelo de Gavi es ser sostenible por diseño: los países participantes apelan a la compra en conjunto para obtener precios accesibles, pero se espera que vayan aportando más a la cobertura de los costos conforme crecen sus ingresos nacionales.

Ya hay diecinueve países cuyas economías han crecido lo suficiente para no depender de Gavi y poder pagar el costo total de sus programas nacionales de vacunación. En los próximos cinco años, los países que reciben apoyo de Gavi harán su mayor inversión de la historia en inmunización, ya que aportarán más del 40% de los costos de sus calendarios de vacunación.

La soberanía vacunatoria también implica el acceso a un suministro seguro de vacunas. La pandemia puso de manifiesto la injusticia e ineficiencia implícitas en el hecho de que la producción de vacunas esté concentrada en unos pocos países (de lo que han dado cuenta las largas demoras que sufrieron para acceder a vacunas los países y continentes excluidos del ecosistema de fabricación).

En París también se lanzará el Acelerador Africano de Fabricación de Vacunas (AVMA por la sigla en inglés), un mecanismo de financiación con un presupuesto de mil millones de dólares diseñado para reequilibrar ese ecosistema alentando la creación de una sólida capacidad de fabricación de vacunas en África (que hoy sólo produce el 2% de las vacunas que utiliza).

El AVMA pondrá el acento en financiar vacunas cuya provisión actual es escasa, por ejemplo contra el cólera y el ébola. Esto es coincidente con la Agenda 2063 de la UA, que declara la investigación, el desarrollo y la innovación como medios para lograr la salud y prosperidad de la población africana. Y es bueno para el mundo, ya que nadie está a salvo hasta que todos lo estén.

En un mundo que a menudo se muestra dividido, el foro Proteger nuestro futuro es una oportunidad de celebrar el incomparable impacto global de la vacunación y, en un nivel más general, el potencial aún no utilizado de la solidaridad y colaboración internacional.

Nos encontraremos allí con jefes de Estado de todo el mundo para mostrar nuestro inquebrantable apoyo al ambicioso programa de Gavi y a sus esfuerzos por recaudar los fondos que necesita para lograr que esta sea la generación más protegida de la historia y así hacer posible un futuro más saludable y próspero.

Emmanuel Macron es presidente de Francia. José Manuel Barroso, ex presidente de la Comisión Europea y primer ministro de Portugal, es presidente de la junta directiva de Gavi, la Alianza para las Vacunas. Mohamed Cheikh El Ghazouani es presidente de Mauritania y presidente de la Unión Africana. Traducción: Esteban Flamini.

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El rastreo de los fondos para la reconstrucción de Ucrania
Alina Smutko/Suspilne Ukraine/JSC UAP/BCGlobal Images Ukraine via Getty Images

El rastreo de los fondos para la reconstrucción de Ucrania

Wolfgang Fengler Project Syndicate, 190624.

Podemos afirmar que la reconstrucción de Ucrania será la tarea más significativa y costosa en Europa desde el Plan Marshall luego de la Segunda Guerra Mundial. El Banco Mundial estima que reconstruir el país exigirá cerca de 500.000 millones de dólares en los próximos diez años, suma que eclipsará los costos de los desastres naturales más destructivos de los últimos años, incluido el tsunami de 2004 en la provincia de Aceh en Indonesia y el terremoto de 2023 en Turquía y Siria.

Asimismo, a diferencia de los desastres naturales, la guerra en curso en Ucrania ha devastado aún más las finanzas del país, que necesita una ayuda militar y económica gigantesca. Consideremos que, en 2022-23, Ucrania recurrió a 74.000 millones de dólares de asistencia presupuestaria de sus socios internacionales para que el gobierno pudiera seguir funcionando. Esto sugiere que casi todos los fondos de reconstrucción provendrán de donantes externos.

Gestionar una misión tan costosa y compleja como la reconstrucción de posguerra de Ucrania requerirá de una estrategia integral y orientada a los sistemas. En particular, se deberían utilizar herramientas digitales para agilizar el proceso, aumentar la transparencia y facilitar la rendición de cuentas.

Con ese objetivo, el gobierno ucraniano ya ha creado el Ecosistema de Restauración Digital para una Gestión Responsable (DREAM por su sigla en inglés), mientras que una coalición de ONG han desarrollado el Gran Portal de Recuperación, para recopilar, organizar y publicar datos abiertos sobre los proyectos de recuperación en todas las etapas. Esto ayuda a crear un entorno donde los ciudadanos y las organizaciones pueden participar activamente en el proceso de supervisión.

Estos sistemas son un paso en la dirección correcta. Pero a la hora de implementarlos, vale la pena considerar los programas recientes de reconstrucción a gran escala. Específicamente, la reconstrucción de Aceh después del tsunami del Océano Índigo de 2004, un esfuerzo liderado por el gobierno indonesio y sustentado por el Banco Mundial, aporta lecciones importantes sobre cómo utilizar las herramientas digitales de manera efectiva y eficiente.

En primer lugar, es importante recordar que, aun con la última tecnología, es necesario que sean personas las que rastrean el dinero. La recopilación y análisis de datos siguen exigiendo mucha mano de obra, ya que los sistemas informáticos automatizados, invariablemente, son susceptibles a errores que solo los seres humanos pueden detectar.

En Aceh, en la primera fase, los datos sobre los proyectos de reconstrucción no siempre estaban consolidados o eran sometidos a análisis, lo que resultaba en un doble cómputo. Por otra parte, la gente que ingresaba los datos estaba abrumada por el nivel de detalle necesario para rastrear resultados, lo que implicó que, en un principio, no se pudiera acceder ni siquiera a información financiera fácil de obtener.

En segundo lugar, muchos esfuerzos de reconstrucción se han visto retrasados por una planificación excesiva. En lugar de crear un plan maestro, como hizo Indonesia en el caso de Aceh, Ucrania debería establecer un marco con principios fundamentales, como requerimientos mínimos para el diseño y construcción de edificios, para centrarse en la velocidad.

Algunos proyectos -por ejemplo, las viviendas interinas- necesariamente serán temporarios. Las plataformas como DREAM y el Gran Portal de Recuperación, por ende, deberían capturar los datos de reconstrucción en tiempo real para garantizar un análisis continuo y una eventual corrección del curso.

En tercer lugar, Ucrania debería llevar un registro de los compromisos y los desembolsos financieros por separado. El Instituto Kiel para la Economía Mundial ya está listando y cuantificando el respaldo que los gobiernos le han prometido a Ucrania.

Pero monitorear los desembolsos será igual de importante, porque reflejan mejor las actividades en el terreno. Esto puede ser un desafío, ya que el financiamiento muchas veces fluye a través de muchos canales y se registra en diferentes etapas antes de que llegue a los beneficiarios, y hará falta un rastreo meticuloso para impedir un cómputo doble o triple.

En Aceh, la Metodología de Análisis del Rastreo de Gastos de Reconstrucción capturó proyectos individuales a nivel de las agencias de ejecución para evitar este problema. DREAM debería hacer lo mismo en Ucrania.

Asimismo, la ayuda se debe distribuir de manera equitativa. Después del tsunami, el monitoreo gubernamental en Aceh determinó que la mayoría de los fondos de recuperación se habían destinado inicialmente a proyectos de salud y educación, en lugar de infraestructura esencial, debido a las prioridades de los donantes.

Para que esto no suceda, DREAM debería separar los tipos de financiamiento, lo que permitiría excluir la asistencia de emergencia y centrarse, en cambio, en inversiones destinadas a reemplazar los activos dañados o destruidos como escuelas, puentes y carreteras. Un abordaje de este tipo, sumado a una estrategia que considere las necesidades de todos los sectores y regiones, destacaría los aspectos prácticos de la utilización de fondos, especialmente donde se asigna la ayuda, y promover la reconstrucción de infraestructura crítica.

Ahora bien, el suministro efectivo de ayuda depende tanto de la capacidad local como de los canales de financiamiento. En consecuencia, realizar evaluaciones precisas y realistas de las necesidades es una parte importante de los esfuerzos de reconstrucción, ya que pueden permitir un mejor alineamiento con los recursos disponibles.

En Aceh, en un inicio se calculó que el costo de reconstrucción era de 6.200 millones de dólares (incluida la inflación). Pero si bien la cantidad total de recursos financieros para la reconstrucción superó los 7.000 millones de dólares, las brechas de asignación en los sectores ambiental, energético, alimentario y de irrigación tienen una recuperación limitada en relación con los niveles previos al tsunami.

Por último, si bien un amplio rango de donantes y de agencias de implementación están contribuyendo en la reconstrucción de Ucrania, la gestión estratégica de los actores más importantes -las instituciones que representan aproximadamente el 85% de la cartera total- es crucial.

Esto garantizará que el grueso de las inversiones se utilice de la manera más eficiente posible y que se cumpla con los niveles más altos de transparencia y rendición de cuentas. La creación de un organismo de coordinación centralizada y un sistema de gestión de datos podría ayudar a lograr este objetivo. También fomentaría una estrategia unificada para reconstruir el país, en la cual los mayores donantes estén alineados con los objetivos del gobierno y entre sí.

Durante la reconstrucción de Aceh, el equipo del Banco Mundial trabajó estrechamente con los diez principales donantes y analizó cuidadosamente el presupuesto de reconstrucción del gobierno, lo que generó un esfuerzo más coordinado. Pero esto no quiere decir que solo los proyectos más grandes sean relevantes para la planificación estratégica y la asignación de recursos.

Por el contrario, deberían rastrearse meticulosamente proyectos de todos los tamaños para desarrollar una estrategia integral.

Las necesidades de reconstrucción de Ucrania serán enormes. Frente a esto, y porque la población ucraniana ha sufrido profundamente como consecuencia de la guerra de agresión de Rusia, la comunidad internacional debe extraer las lecciones correctas de las catástrofes recientes a fin de ayudar al país a reconstruirse rápidamente y con los estándares más elevados.

En tanto Ucrania se prepara para embarcarse en decenas de miles de proyectos de infraestructura críticos, necesitará las herramientas digitales y la capacidad humana correctas para monitorear su progreso.

Wolfgang Fengler, ex economista principal del Banco Mundial, es director ejecutivo de World Data Lab. Vladyslav Rashkovan es director ejecutivo suplente del Fondo Monetario Internacional.

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Perdón por colarnos…
Alejandra Svriz

Perdón por colarnos…

’Una monarquía renovada para un tiempo nuevo’ fue el mensaje del Rey hace diez años. Y efectivamente han sido diez años de sutil renovación de la Corona»

Francesc de Carreras en The Objective, 200624

Hace casi veinte años conocí de cerca al actual Rey Felipe VI, entonces Príncipe de Asturias. Me llamaron de la Casa Real para invitarme a un almuerzo con el Príncipe, junto a otros cuatro colegas y amigos profesores de derecho constitucional. Tras tomar una copa de jerez en el sencillo jardín de su casa recién estrenada, pasamos a un comedor y nos acomodamos todos en la mesa.

La primera sorpresa fue que, al lado de los cubiertos, cada uno de nosotros tenía una libretita alargada y un bolígrafo. La conversación, entre comida y sobremesa, duró cerca de dos horas, todas ellas dedicadas a tratar temas de derecho constitucional según los iba planteando el Príncipe.

¿Quiere ello decir que no hablamos de nada más? Exactamente, no hablamos de nada más: sólo de derecho constitucional. ¿De política, o de la vida en general, tampoco? Tampoco. Años después, en un encuentro público con motivo de la entrega de un premio, la ya Reina Letizia me confesó, quizás exagerando la nota, que lo que más le gustaba a Felipe era el derecho constitucional.

Aquel día, hace cerca de veinte años, lo pude comprobar. Sólo hablamos de derecho constitucional y se notaba que al Príncipe Felipe le gustaba el derecho constitucional. Además, una segunda sorpresa, sabía, conocía a fondo, nuestra Constitución desde el punto de vista jurídico, su letra y su espíritu, su desarrollo legal y sus posibilidades de interpretación.

En un momento dado, por ejemplo, podía plantearnos: «¿Pero este precepto no puede interpretarse en otro sentido?». «No» – y contestábamos en su caso- «porque hay una sentencia, cuya doctrina se ha repetido innumerables veces y es ampliamente aceptada, que deja bien claro que el único significado sólo puede ser este porque si no sería contradictorio con tal o tal principio o regla que hace imposible su constitucionalidad».

«De acuerdo» -nos replicaba-, «pero también hay otra sentencia en la que se dice tal cosa y tal otra que podría servir para una interpretación analógica del precepto sobre el que estamos debatiendo». «No, señor, en este tipo de preceptos no caben interpretaciones analógicas porque no se da identidad de razón, tal como determina el art. 4 del Código Civil».

«Ah, de acuerdo, de acuerdo…». O bien cualquiera de nosotros daba una tercera interpretación y el debate daba un giro hacia otras posibilidades. Se notaba que el entonces Príncipe disfrutaba con estas cavilaciones y no sólo podía seguirlas desde el conocimiento sino también intervenir, objetar, dudar, afirmar o refutar.

Por tanto, le gustaba el derecho constitucional, tenía amplios conocimientos sobre la materia y, además, se mostró como persona tremendamente aplicada: la comida fue una auténtica sesión de trabajo, no una charla más en la que se intercambian opiniones.

¿Por qué? Porque la libretita alargada y el bolígrafo de los que antes les hablaba, no estaban allí en vano o, meramente, para apuntar algo si venía al caso, o para recordar alguna de las cuestiones tratadas, sino que el Príncipe estaba apasionadamente volcado a transcribir todo lo que se estaba hablando, le conté 19 o 20 páginas de apuntes, imagino que para repasar luego y probablemente poner en limpio.

Sé que después de nuestra comida convocó dos más a las que asistieron otros distintos colegas. Hablé con algunos y todos sacaron la misma impresión: un príncipe que estaba preparándose para reinar y ponía todo su esfuerzo en aprender el oficio. Además, todos consideraron también que sabía mucho derecho constitucional. «Servicio, compromiso, deber», el lema del décimo aniversario, no son sólo palabras sino que estructuran una recia personalidad.

lipe VI fue proclamado Rey tras la abdicación de su padre. Es un tópico, y una verdad, decir que han sido diez años muy duros para la monarquía. Discrepo en cambio cuando se dice: han sido los más duros de nuestra monarquía.

Porque los más duros, más difíciles y complicados, los sufrió su padre cuando a la vera de Franco fue proclamado su sucesor y Príncipe de España (que no de Asturias) ante la mirada hostil de muchos franquistas, la oposición de los monárquicos que frecuentaban Estoril y el desprecio de la oposición democrática que hasta le llegó a llamar Juan Carlos El Breve. Era un príncipe de nuevo cuño, solitario, sin papel definido y cercado por enemigos.

A la muerte del dictador, empezó a despejarse el panorama y las dificultades fueron otras pero nada fáciles. Navegó entre aguas turbulentas inventando eso que ahora tanto desprecian algunos: la Transición. 

Cierto que en esta navegación no estuvo solo, sino muy bien acompañado: Torcuato, Suárez, Carrillo, González y, sobre todo, un pueblo español democrático que quería ser europeo. Al fin todo lo superó y alcanzamos la democracia plena con la aprobación de la Constitución.

No sé si el Rey Juan Carlos entiende tanto de sutilezas jurídicas como su hijo, creo que no. Pero su instinto político le bastaba para saber cuáles eran los límites de sus actividades públicas, que desempeñó de forma modélica, aunque desgraciadamente no puede decirse lo mismo de las privadas.

El Rey Felipe tuvo que enfrentarse hace diez años a esta mala herencia y supo hacerlo: «Una monarquía renovada para un tiempo nuevo».  Este fue el mensaje de hace diez años.  Y efectivamente han sido diez años de sutil renovación de la Corona, diez años muy complicados, ustedes lo saben muy bien.

Pero también se nota el tiempo nuevo, que ya empezó con su boda. La Reina Letizia es una mujer de hoy, una antigua periodista, una de las nuestras que, sin embargo, sabe poner en su sitio a quien no respeta la Jefatura del Estado y, desde luego, siempre sabe cuál es el papel de primera dama que a ella le corresponde.

Pero ayer apareció, más allá de otras solemnes ceremonias recientes, otro aspecto del tiempo nuevo: las hijas de los Reyes. «Perdón por colarnos, pero nosotros tenemos algo que decir hoy…» Y lo que dijeron fue para dar las gracias a sus padres por la educación que les han dado con su ejemplo. No me extraña la emoción del sorprendido papá. El tiempo nuevo es el de la naturalidad, la simpatía, la alegría de la juventud, el contacto con los ciudadanos. 

Fue inmejorable la demostración de afecto y gratitud de las hijas, los espontáneos sentimientos que mostró el padre y, al fondo, la satisfacción de la madre que había dirigido toda la obra. Como en todas las casas. Una Familia Real que también es una familia real. 

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El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido (c) y la vicepresidenta del TC, Inmaculada Montalbán (1d), junto a los magistrados
El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido. EUROPA PRESS

Caso Otegi, el rastas y ahora los ERE: el TC invade la esfera del Supremo y le dice cómo aplicar la ley

El tribunal de garantías vuelve a corregir las condenas del Supremo pese al apercibimiento de los magistrados conservadores, que avisan que se está generando un «daño institucional difícilmente reparable»

  • El Supremo se planta ante el TC de Conde-Pumpido: «Es una invasión absolutamente desmedida»
  • La mayoría progresista del TC se impone y anula la condena de Magdalena Álvarez por prevaricación con los ERE

Gema Huesca-Vozpópuli, 200624

El Tribunal Constitucional ha aprovechado su pronunciamiento sobre los ERE para volver a corregir una actuación del Tribunal Supremo. La nueva interpretación que hace del delito de prevaricación por el que se condenó a Magdalena Álvarez se suma a otros fallos de calado del órgano que preside Cándido Conde-Pumpido y que vienen a contradecir de manera insólita lo sentenciado por el máximo intérprete de la ley.

En este caso, la sentencia que ha salido adelante con el voto de los progresistas del TC, corrige la condena de la Audiencia Provincial de Sevilla, ratificada por el Tribunal Supremo, contra la exministra de Fomento. El motivo se ciñe en el delito de prevaricación, también atribuido a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, entre otros.

La ponencia de la vicepresidenta del TC, Inmaculada Montalbán, apunta que las sentencias condenatorias de los ERE desconocían la centralidad del Parlamento andaluz. El texto, que allana el camino para exonerar a otros condenados por este delito en el caso de los ERE, reprocha a la Audiencia de Sevilla y al Tribunal Supremo que realice una «interpretación y aplicación imprevisible» del delito de prevaricación.

Nueva corrección del TC con la prevaricación

El motivo de desencuentro reside en la responsabilidad penal del gobierno andaluz con la elaboración de las partidas a partir de las cuáles se desviaron hasta 700 millones de euros públicos de manera fraudulenta. Al respecto, tanto la Audiencia de Sevilla como el alto tribunal aplicaron el delito continuado de prevaricación a Álvarez por su participación en la elaboración de los proyectos de ley de los presupuestos para el pago de los ERE fraudulentos.

Sin embargo, el TC ha corregido al alto tribunal y le reprocha que ni los anteproyectos de ley ni los proyectos pueden entenderse como una decisión administrativa, sino como una actuación legislativa, de ahí que no tenga consecuencias penales. Se trata de una lectura que no ha pasado desapercibida en el bloque minoritario del Constitucional, de vertiente conservadora, que ya ha anunciado voto particular.

Estos cuatro magistrados no solo se oponen a estimar parcialmente el recurso de la que fuera consejera de Economía y Hacienda andaluza, sino que han vuelto a avisar de que la sentencia de Montalbán «ha devastado los límites de la jurisdicción constitucional», puesto que con su interpretación de cómo hay que aplicar la prevaricación, se irrumpe en el «ámbito reservado a la jurisdicción ordinaria y se suplanta la función del Tribunal Supremo«.

Es más, el voto particular sostiene que al anular la sentencia de la mayor causa de corrupción en la historia de la democracia y rectificar de esta forma la interpretación al Supremo por primera vez desde que el Tribunal Constitucional entró en funcionamiento, se «ocasiona un daño institucional difícilmente reparable».

El ‘rastas’ y Otegi, los antecedentes

Con todo, no es la primera vez que el Constitucional corrige sentencias determinantes del Tribunal Supremo. El pasado enero, en apenas 24 horas de margen, el tribunal de garantías enmendó dos pronunciamientos del Supremo con una interpretación que provocó un profundo malestar en el alto tribunal.

En el primero de los casos la mayoría progresista se impuso con el ya tradicional resultado de 7 votos frente a 4, para determinar que la condena al exdiputado de Podemos Alberto Rodríguez fue «desproporcionada».

El órgano admitió el recurso de amparo del político contra su condena en el alto tribunal de 45 días de inhabilitación por haber agredido a un agente de Policía en 2014. La sentencia, de la que fue ponente la exmagistrada del Supremo María Luisa Segoviano, obligó al alto tribunal a eliminar la parte relativa a la inhabilitación impuesta al considerar que esta accesoria ya había sido cumplida previamente.

Ya entonces, los magistrados discrepantes formularon un voto particular en el que advirtieron que el TC se estaba extralimitando con estos pronunciamientos. En concreto, denunciaron que el Constitucional no se limitó a verificar si se había vulnerado algún derecho fundamental, sino que efectuó «una interpretación alternativa de las normas penales«.

Malestar en el Supremo

Un día después, el TC volvió a fracturarse en la deliberación del recurso de amparo del líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi. La mayoría progresista forzó con su mayoría que se estimara su recurso y se revocara la orden del Tribunal Supremo de volver a repetir el juicio por el caso Bateragune.

En este caso el TC que preside Conde-Pumpido concluyó que la decisión del Supremo (que ordenó a la Audiencia Nacional repetir el juicio en aplicación a lo dictaminado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos) vulneró su derecho a la tutela judicial efectiva, porque ya fue condenado por intentar reconstruir Batasuna y esa pena, por tanto, estaba cumplida.

Estas dos enmiendas al Tribunal Supremo provocó un hondo malestar. Fuentes internas confirmaron entonces a Vozpópuli que se estaba produciendo una «invasión absolutamente desmedida» y que estaban siendo objeto de una «descalificación» prolongada en el tiempo» que ahora, tras la sentencia del caso de los ERE, se ha vuelto a evidenciar.

Se trata de un criterio que comparte el bloque minoritario del órgano, el cual viene advirtiendo en sus votos particulares de la extralimitación del Constitucional en sus respuestas a sentencias del Supremo. Este miércoles han vuelto a recordarlo con ocasión de la primera gran exoneración por el fraude masivo de los ERE.

Además, este grupo de cuatro magistrados ha advertido que la ponencia de Inmaculada Montalbán no dedica en su extenso antecedente «ni una sola línea a recoger la impecable argumentación desarrollada por el Tribunal Supremo». Cabe destacar que la sentencia del TC cuenta con cerca de 90 páginas, mientras que la del Supremo superó las 1.200 hojas.

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Carlos Cuesta explica por qué Álvaro García Ortiz filtró la investigación del novio de Ayuso. 150624

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Música de Diana.

–«Knockin’ on Heaven’s Door» [1973] o en español «Llamando a las puertas del cielo» es una canción del músico estadounidense Bob Dylan, publicada en la banda sonora de la película de Sam PeckinpahPat Garrett y Billy the Kid.

La canción describe el colapso de un ayudante de sheriff, que fallece a causa de una herida de bala. En la canción, el ayudante dice: «Mamá, quítame esta placa, no puedo usarla nunca más». La canción se compone de cuatro acordes en tonalidad de sol mayor: G, D, Am7 y C. El patrón básico en toda la canción es G-D-Am7-Am7 y luego G-D-C-C, que se repite. El biógrafo de Dylan, Clinton Heylin, describe esta canción como «un ejercicio de espléndida simplicidad».​

El sencillo alcanzó el puesto doce en la lista estadounidense Billboard Hot 100. En 2004, fue votada como la número 190 por los representantes de la industria de la música y prensa en la revista Rolling Stone como parte de Las 500 mejores canciones de todos los tiempos. También ha sido versionada por Roger WatersU2Bon JoviGrateful DeadLana del ReyAntony and the JohnsonsAvril Lavigne,​ Eric ClaptonLuis Eduardo Aute, entre otros.

Aquí, Esta canción también fue versionada e incluida por la banda de hard rock Guns N’ Roses en el álbum Use Your Illusion II. Vía Diana Lobos, 190624.

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Humor.

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