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‘Lascia ch’io pianga’ [1705/1708]. Aria para soprano compuesta por Georg Friedrich Händel. Incorporada a la banda sonora de la película. Aquí, en la versión de la soprano Hayley Westenra. Cartel del film, diseñado por Cardinal Communications USA. vía IMPawards.
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TÍTULO | The Seagull | ||
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DIRECTOR | Michael Mayer | ||
GUIÓN | Stephen Karam [basado en la obra teatral ‘La gaviota‘ (1896), de Antón Chéjov] | ||
MÚSICA | Nico Muhly y Anton Sanko + incorporada | ||
FOTOGRAFÍA | Matthew J. Lloyd | ||
REPARTO | Annette Bening, Saoirse Ronan, Corey Stoll, Elisabeth Moss, Mare Winningham, Brian Dennehy, Billy Howle, Jon Tenney, Thomas Hettrick, Ben Thompson, Glenn Fleshler, Michael Zegen, Paul Krisikos, Barbara Tirrell, entre otros | ||
PRODUCCIÓN | KGB Media, Mar-Key Pictures, entre otros | ||
Varios:
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SINOPSIS
Rusia, a finales del siglo XIX. La actriz Irina Arkadina (Annette Bening) es una veterana y vanidosa estrella del teatro moscovita que pasa parte del verano en una idílica finca junto a un lago, propiedad de su hermano enfermo (Brian Dennehy). Allí compartirá los días con su amante, el escritor Boris Trigorin (Corey Stoll), su hijo (Billy Howle), aspirante a escritor, y la joven e ingenua actriz Nina Zarechnaya (Saoirse Ronan). Ellos, y un puñado más de personajes, sufrirán el fatal enamoramiento de la persona inadecuada. Adaptación de la obra teatral «La gaviota» de Chéjov. Filmaffinity
CRITICAS [profesionales]:
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«Los movimientos de cámara y los cortes de montaje no son el mejor servicio que el director pueda hacer a la entrega incondicional de un reparto estupendo». Jordi Costa: Diario El País
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«El texto chejoviano se revela elástico (…) al cabo de un rato nos olvidamos de todo para concentrarnos en la infinita melancolía de esta historia (…) Gran parte del mérito recae al final en el maravilloso reparto (…) Puntuación: ★★★ (sobre 5)». Antonio Weinrichter: Diario ABC
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«Mayer recurre a un montaje ágil y a un trabajo de cámara creativo para esquivar la rigidez, y da a cada uno de los estupendos intérpretes su primer plano (…) Puntuación: ★★★ (sobre 5)». Nando Salvá: Diario El Periódico
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«Brutal despliegue de recursos de una Anette Bening que es mejor cuanto más sibilina (…) Cine de otro tiempo: solventes actores al calor de un clásico universal. (…) Puntuación: ★★★ (sobre 5)». Carlos Marañón: Cinemanía
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«Mayer vuelve a acercarse a los conflictos de la obra teatral desde una perspectiva contemporánea (…) película coral que armoniza de manera muy elegante todos los personajes que la integran (…) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)». Beatriz Martínez: Fotogramas
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«Tres actrices principales sólidas —Annette Bening, Saoirse Ronan y Elizabeth Moss— son desperdiciadas en esta sobrecargada y apresurada adaptación de Chekhov.». Peter Debruge: Variety
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«Las excelentes actuaciones dan fuerza a esta adaptación lúcida y de ritmo enérgico (…) A pesar de su bajo presupuesto, tiene un aspecto estupendo». Frank Scheck: The Hollywood Reporter
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De la banda sonora incorporada
- ‘Lascia ch-io pianga‘ [1705/1708]. Aria para soprano compuesta por Georg Friedrich Händel.
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MI OPINIÓN:
Vayan al teatro, aun en versión cinematográfica
Como imagino sabrán, se trata de una nueva adaptación al cine de la obra teatral homónima [1896] de Antón Chéjov. Entre las versiones más conocidas figuran la del director ruso Yuli Karasik [Chayka; 1972], la de Marco Bellocchio [Il gabbiano; 1977] pero, sobre todas, la de Sidney Lumet, ‘The Sea Gull‘, en 1968.
Con un austero presupuesto, el realizador, mucho más director de teatro que de cine, lleva a cabo un trabajo académico correcto e intimista, aportando al marco teatral una buena fotografía de exteriores, abundantes primeros planos del rostro de los actores, en busca del lenguaje gestual, y un montaje de naturaleza circular -se ha puesto de moda la analepsis– que trata de subrayar el grupal y repetitivo retrato spicológico de Chéjov.
Qizás resulte excesiva la presencia de la banda sonora y obsurezca el relato una lóbrega fotografía de interiores que pretende una luminosidad melancólica natural de amores no correspondidos, sin conseguirlo en absoluto.
Pero sí conviene resaltar, además de una notable ambientación y vestuario, la excelente dirección de actores y, sobre todo rsa remarcable interpretación coral de los mismos, destacando, entre ellos, por espectaculares, Annette Bening [Irina], Corey Stoll [Boris Trigorin], Elisabeth Moss [Masha] y el entrañable Brian Dennehy [Sorin]. Saoirse Ronan [Nina] y Billy Howle [Konstantin], transmiten, en mi opinión, mucho menos.
El resultado es tan profundo, gracias a la fidelidad del guión, como algo frío, pictórico y claustrofóbico, en una mansión donde la concentración creativa alcanzó tal nivel que incluso los principales actores se alojaron, durante el rodaje, en las propias habitaciones de la misma. Vivían allí, vamos.
Teatro correctamente cinematrografiado y con una interpretación coral mayoritariamente espectacular [7 sobre 10]
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Fuentes:
Filmaffinity [críticas de espectadores], IMDb, Wikipedia y elaboración propia [EQM].
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Blas dijo:
LA GAVIOTA
Novela realista con rasgos costumbristas de Fernán Caballero, seudónimo de Cecilia Böhl de Faber y Larrea (Berna, Suiza, 1796-Sevilla, 1877), publicada entre mayo y junio de 1849, como folletín, en El Heraldo de Madrid. La novela había sido redactada en francés, y luego traducida por José Joaquín de la Mora. No fue publicada en libro hasta 1856.
Género: novela. Época: mitad siglo XIX. Ámbito geográfico: tierras del Condado de Niebla (en población imaginaria que denomina Villamar), Sevilla y Madrid.
La autora, Cecilia Böhl de Faber (Morgues, Suiza, 1796 – Sevilla, 1877), firmaba con el seudónimo de Fernán Caballero. Hija de alemán y española de Cádiz. Unas veces por destino paterno y otras por cuestión de matrimonio (estuvo casada tres veces) vivió en Suiza, Francia, Alemania y Puerto Rico; en España lo hizo en Cádiz, Puerto de Santa María y Sevilla. Tuvo gran dominio de idiomas (poco usual en aquella época) pues hablaba y escribía el español, francés y alemán. Su estilo literario se encuadraba en el costumbrismo. Escribe con seudónimo por las dificultades que tenía, como mujer, para publicar algo y por razones sociales que no veían bien esta actividad.
Según se indica en la Biblioteca Virtual Cervantes, esta novela se escribió originariamente en francés y se comenzó a publicar por entregas en El Heraldo de Madrid, en 1849. El editor, Rubio Cremades, recuerda que la primera traducción tuvo lugar en 1848 y corrió a cargo de José Joaquín de Mora. No parece haber duda en encuadrarla en el tipo de novela realista, aunque para otros pertenece al naturalismo. Respecto al género literario y los objetivos perseguidos por la escritora, que mejor solución que tomar su propia opinión. En el Prólogo, la autora advierte que para escribirla, no ha sido preciso más que recopilar y copiar. Continúa con los objetivos perseguidos, que concreta en que no nos hemos propuesto componer una novela, sino dar una idea exacta, verdadera y genuina de España, y especialmente del estado actual de su sociedad. En definitiva, con estas frases, ella misma la fija en el realismo. Su opinión referida a que la novela no se inventa, se observa, es el mismo que años más tarde mantuvo Camilo J. Cela cuando escribió “La familia de Pascual Duarte” y del que se hizo referencia en este blog.
La “Gaviota” es una novela estructurada en un prólogo que precede a treinta y un capítulos. La narración describe varios ambientes sociales de la España de la primera mitad del siglo XIX. La trama gira en torno al personaje principal, Marisalada, que es hija de Pedro, un humilde pescador. Ella sigue el hilo conductor de la historia desde su etapa de adolescente:
El cirujano alemán Fritz Stein es hijo de un profesor de una pequeña ciudad de Sajonia. En el año 1836, en su viaje a España para agregarse al ejército de Navarra en calidad de cirujano, coincide en el barco con el poderoso duque de Almansa. La guerra española enfrenta a carlistas e isabelinos. Nada sabemos de su estancia en el ejército, que solo parece vivir de pretexto. Lo encontramos dos años después, herido y sin dinero, en Villamar, donde es recogido por los guardianes de un antiguo convento.
El fiel padre Gabriel, que sigue de jardinero, la tía María, su hijo Manuel y don Modesto, un viejo comandante que espera la reconstrucción de su fuerte derribado, se ocupan de él y son sus amigos. Luego, con sus cuidados de médico, salva Stein de la muerte a la hija de un pescador, Marisalada, llamada La Gaviota por su vivacidad, su maravillosa voz y su carácter instintivo e inquieto, aunque su educación es huraña y brusca. Stein se propone enseñarle a leer y a escribir, y a desarrollar su extraordinaria voz. Es unos quince años mayor que la joven y se enamora de ella. Se casan.
Después de algunos años de felicidad pasados en la tranquila vida aldeana, la Gaviota se revela como una niña egoísta y fría que solo mira su propio interés y no entiende el amor apasionado. Cuando Fritz presta un día sus cuidados de médico a un noble herido de una caída de caballo durante una partida de caza, reconoce en él al duque de Almansa, que había conocido en el barco. El duque les aconseja que se trasladen a Sevilla para realzar las cualidades profesionales de su amigo y la belleza de su admirable esposa. En la ciudad son acogidos en la sociedad del duque, entre nobles y poderosos, vinculados a las glorias de la antigua España, pura en sus costumbres y fiel a la religión y a la monarquía.
Marisalada desvela allí su raro carácter, su deseo de entregarse a las pasiones que aconseja el instinto. Empieza por ser admirada su voz en representaciones teatrales, luego es cortejada por el propio duque, y finalmente cede a la nueva vida de fáciles triunfos. Después de una accidentada corrida, se encapricha de un famoso torero, Pepe Vera, y se convierte en su amante. Viaja después a Madrid, donde triunfa y llega a ser la cantante de moda. Fritz, traicionado en su honor, ve derrumbarse el mundo en que había creído hallar paz, se marcha a América y muere. Poco después Pepe Vera perece trágicamente. La Gaviota, solitaria, intenta en vano iniciar una nueva vida y no tiene más remedio que volver a su aldea. Le hacen el vacío. Un antiguo pretendiente, Ramón Pérez, vulgar barbero pobre y memo, al que siempre ha despreciado, se casa con ella. Tendrán dos hijos, pero ese mezquino matrimonio no le proporcionará sino la posibilidad de terminar sus días en un amargo desengaño, en una vida miserable alimentada por un corazón duro y calculador.
Imágenes de la casa sevillana en la que vivió y falleció, Cecilia Böhl de Faber cuando contaba con 82 años. Está ubicada en el número 4 de la calle que actualmente lleva el nombre de su seudónimo, Fernán Caballero. Céntrica calle que se encuentra entre la populosa calle San Eloy y calle Monsalves. El conocimiento que Cecilia tenía de la ciudad y de sus gentes queda de manifiesto en varios pasajes de “La Gaviota”.
Ftes: Libros de ayer y de hoy. Alquibla
Blas
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Luna dijo:
Habrá que verla, gracias.
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rev de prensa dijo:
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