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Es menester un buen espejo
Si el ‘merme’ se reparte suficientemente y cada cual administra su corrupción al gusto, la excepción confirma, como siempre la regla.
Es decir, a la ciudadanía mayoritaria le importa un bledo, también electoralmente hablando.
No hay más que darse un diario paseo por los medios de comunicación, llenos de asco procedente de la práctica totalidad del cuerpo social.
Lo cual es muy importante para aplicar las medidas correctoras o regeneradoras: educación, instrucción, ética, moral, normativa, autoridad, disciplina y tiempo, mucho tiempo.
¿Hay alguien en eso?
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Una grabación retrata el régimen socialista andaluz
La delegada de empleo de la Junta en Jaén en 2012, detenida por orden de Alaya, presiona a los trabajadores para que hicieran campaña para el PSOE.
En un audio impresionante, grabado por uno de los asistentes, una alta directiva de la Junta de Andalucía, Irene Sabalete, candidata en estas elecciones por Jaén, conminaba a un grupo de directores de organismos de la Junta relacionados con el Empleo a hacer campaña electoral a favor del PSOE o, en otro caso, a no seguir trabajando en la Junta de Andalucía.
Irene Sabalete ha sido detenida este martes en la operación de la juez Alaya por el fraude en los cursos de formación. Fue delegada de empleo en Jaén, durante el primer Gobierno de Griñán, hasta mayo de 2012. El consejero de empleo era entonces Manuel Recio, diputado del Parlamento andaluz en la Legislatura recién terminada.
Sabalete ordena a sus subordinados que dejen su trabajo en la oficina y se dediquen a hacer campaña. Es una revelación muy gráfica de cómo se hacen las campañas electorales en el PSOE andaluz. Es más, les invita directamente a hacer una campaña de presión cara a cara, como si fueran «testigos de Jehová», que es a lo más se parece, según ella, lo que les está pidiendo. Las elecciones a las que se refiere son las de marzo de 2012. Las palabras de Sabalete muestran con claridad cuál es el modo de proceder de determinados altos cargos de la Junta.
Empieza el audio informando de que ha tenido lugar una reunión del consejo de dirección a la que asistió el consejero, supuestamente de Empleo o de Economía, en el que se habló de las Unidades Territoriales de Empleo y Desarrollo Local y Tecnológico (UTDLT), Agentes Locales de Promoción de Empleo (ALPES) y Consorcios. Y dice textualmente la alta directiva: «El otro día tuvimos un Consejo de Dirección, aquí en Sevilla, y el consejero nos… dentro de los muchos temas que dijo, fue el tema de las UTDLT… Sabéis que vamos a asistir a un proceso de cambio… Pero lo que el consejero nos dijo clarísimo fue que los directores y el personal que está en los ALPES y Consorcios está totalmente garantizado… su continuidad siempre y cuando ganemos las elecciones. Si no ganamos las elecciones vosotros no vais a seguir trabajando en la Junta de Andalucía porque el equipo de gobierno que se formara por el Partido Popular lo ha dicho claro, que las Fundaciones, los Consorcios… Además ya veis que lo está haciendo en las comunidades en las que gobierna».
Y sigue: «Con esto, ¿qué os quiero decir? Que sepáis lo que tenemos entre manos. Que nosotros, como gobierno, nos jugamos mucho sobre todo por el tema de… todo lo que le estamos prestando a los ciudadanos, creemos que hemos hecho una buena gestión, creemos que tenemos posibilidades de ganar, pero ya a nivel individual también os jugáis vosotros mucho de que se gane la Junta o que no se gane, todos los que estamos aquí, independiente de que sea afín al PSOE, al PP, o a Izquierda, o a UPyD, que también ahora está de moda… Me da igual. Aquí no hemos pedido ningún tipo de carné ni ningún tipo de afinidad…»
Y sigue: «Entiendo que sois leales con el gobierno que en este momento está desarrollando el trabajo…que vosotros sois colaboradores nuestros. Pero independientemente de que cada uno tenga su ideología, personalmente os jugáis seguir trabajando aquí o que cada uno se busque la vida como pueda. El Consejero lo dijo sin paños calientes y yo también lo digo. Con esto, ¿qué es lo que os quiero trasladar? Que a partir del lunes, que acaba la ola de frío, porque ahora parece que con el frío no vamos a poder salir de nuestra casa, os quiero a todos, si queréis, y si os comprometéis con este proyecto, con la continuidad personal vuestra, haciendo campaña electoral. Esto es así de simple».
Y luego les indica el modo de hacerla: «Y para eso, ¿cómo lo vamos a hacer? Pues en los actos que me habéis facilitado, que, por cierto, sólo me los habéis facilitado cuatro… ahora hacemos una ronda… estos son en los que yo voy a participar, pero yo os quiero desde que pase la ola de frío hasta el 23 de marzo en la calle, que nadie esté en la oficina, y si no podéis meter los datos y si no podéis la gestión dejadla un poquito aparte. Un poquito aparte, no. Aparte. Y os quiero a todos en la calle visitando a las empresas a las que hemos dado ayuda, de I+D, que le hemos tramitado ayudas para la prevención de riesgos laborales, que le hemos tramitado ayudas de formación. La variedad que tenemos es impresionante y con el montón de años que lleváis conocéis a los empresarios de la zona mejor que la asociación de empresarios, ¿o no?».
Es más, les pide que hagan como los testigos de Jehová: «Con algunas llamaditas… oye, cómo te va, entablar algo de conversación… Esto es lo que más se parece a los testigos de Jehová. No, es verdad, que no lo estoy diciendo de broma. Y tenemos un proyecto que es bastante bueno, y que va a durar hasta el 31 de diciembre y que es el CORA, que me imagino que tenéis las informaciones de los préstamos que hay entre La Caixa y la Consejería de Empleo… Eso sabéis que lo están llevando los CADE (Centros de Apoyo al Desarrollo Empresarial). Nosotros hemos hablado con Fernando, para que como lo van a presentar en todos los municipios, os lo comuniquen a vosotros para que también estéis y también podáis aportar gente que pueda a la que pueda interesarle independientemente, después sabéis que a las reuniones convocan diez o doce… Pues al resto que no han ido… os pasáis, oye, esto lo puedes hacer a través nuestra, por el CADE, o te puedes dirigir a La Caixa… Os empapáis el programa, que el programa es muy fácil, que con el informe favorable del CADE tiene casi el 99 por ciento de posibilidades de que La Caixa le dé un préstamo de 25.000 euros, 50.000 euros a un tipo de interés a precio de mercado… Eso lo miráis y a todos los empresarios de vuestra zona, pequeño comercio, mediano, en la calle.»
Y sigue dando instrucciones sobre las Escuelas taller y Talleres de empleo.
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Notas.-
Sistémico, ca.
1. adj. Perteneciente o relativo a la totalidad de un sistema; general, por oposición a local. 2. adj. Med. Perteneciente o relativo a un organismo en su conjunto. 3. adj. Med. Perteneciente o relativo a la circulación general de la sangre.
RAE.
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Enlaces [en azul cuando se trata de textos ajenos] y corchetes son aportados por EQM. También, por razones discutibles de legibilidad en internet, el incremento de párrafos en textos ajenos, respetando el contenido, que puede leerse en el original pinchando el enlace.
Isa dijo:
La corrupción en España es tan sistémica que es tan natural como los recibos de la luz e ilumina más que nada en este país de unos y otros. En los que los otros viven sin sombras de penuria y los unos yacen entre la pobreza de la oscuridad.
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W. Tutú dijo:
Isa, me da que esos pagos de la luz no iluminan nada más que a los golfos trajeados.
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Sócrates dijo:
El robo a mano armada pertenece al sistema, es parte fundamental de él. Y se incluye a todos los habitantes que de una forma u otra, bien a la hora de pagar o a la hora de trabajar, se comportan inmoralmente dando la espalda a la contribución obligatoria a hacienda. Por eso es sistémica, porque forma parte natural de la vida de este país. Y es por eso que será muy difícil combatirla sólo desde las sanciones. La educación, si bien lenta, es el único sistema con garantías de futuro.
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Blas dijo:
Hemeroteca, ABC.es, 7/12/2014:
Gürtel, Operación Púnica, los ERE de Andalucía, la familia Pujol, Bárcenas o el caso Noos son el pan nuestro de cada día. Desayunamos, comemos y cenamos con ellos en las noticias. Como explica el escritor y ensayista italiano Carlo Alberto Brioschi, en el siglo XXI, la corrupción se ha convertido en una especie de bacilo de la peste que, sin embargo, padecemos desde hace siglos. Y así es, porque delitos tan actuales como el cohecho, el tráfico de influencias, el robo de las arcas del Estado, la extorsión, la adjudicación de obras públicas a amigos poderosos o la compra de votos colapsaron a muchos gobiernos de la antigua Roma, que tuvieron que establecer toda una serie de leyes para perseguirla.
Licinio Calvo Estolón fue acusado de violar sus propias leyes sin sufrir grandes contratiempos. Era parte de un sistema social y político basado en el clientelismo, el abuso de poder, las mordidas y el enriquecimiento personal. La codicia de los funcionarios públicos no tenía límite y estos delitos fueron creciendo a ritmo de las conquistas. Pero llegó un momento en que el gobierno se hizo impracticable y el derecho romano tuvo que introducir cambios.
Sin embargo, la convivencia entre buenos propósitos y acciones deshonestas por parte de los gobernantes fue siempre una de las características de Roma. Un ejemplo de esto fue Licinio Calvo Estolón, tribuno de la plebe en el 377 a.C., que introdujo una fuerte limitación a la acumulación de tierras por parte de un único propietario, además de una severa reglamentación para los deudores, pero luego fue acusado de haber violado sus propias leyes.
Las «quaestiones perpetuae»
Durante el periodo republicano (509 a.C. – 27 a.C.), el propio sistema electoral facilitaba, de hecho, la corrupción, que se agravó a partir de la expansión territorial y marítima producida después de la Segunda Guerra Púnica. Los gobernadores comenzaron a enriquecerse sin escrúpulos a través del cobro de impuestos excesivos y la apropiación de dinero de la administración pública. Como denunció en aquella época el historiador romano Salustio, «los poderosos comenzaron a transformar la libertad en licencia. Cada cual cogía lo que podía, saqueaba, robaba. El Estado era gobernado por el arbitrio de unos pocos».
El «crimen repetundarum» aludía a los delitos de corrupción, cohecho o tráfico de influencias
La primera ley que se estableció fue la «Lex Calpurnia» (149 a.C.), como consecuencia del abuso del gobernador de la provincia de Lusitania, Servio Sulpicio Galba, al que se acusó de malversación de fondos y fue juzgado por un jurado procedente de la orden senatorial, algo que era toda una novedad. Sin embargo, esta primera ley no imponía ninguna pena pública, sino la devolución del dinero que había sustraído.
En el 123 a.C., se establecieron una serie de tribunales permanentes, llamados «quaestiones perpetuaes», cuyo cometido fue el de investigar todas estas malas prácticas y extorsiones de los gobernadores provinciales que habían sido denunciadas por los ciudadanos. Al principio no tuvieron el éxito deseado, pero fueron importantes porque con ellos se definió legalmente el «crimen repetundarum», que hizo alusión a los delitos de corrupción, cohecho o tráfico de influencias.
Este sistema se fue perfeccionando con la definición de nuevos delitos. El «crimen maiestatis», por ejemplo, definía los abusos de poder por parte de los senadores y magistrados. Era considerado el acto más grave contra la República y fue castigado, incluso, con la pena de muerte o el exilio voluntario. El «crimen peculatus» hacía referencia a la malversación y apropiación indebida de fondos públicos por parte de un funcionario, así como la alteración de moneda o documentos oficiales. O el «crimen ambitus», que describía la corrupción electoral, especialmente la compra de votos.
Leyes anti-corrupción
Todos estos y otros delitos trajeron consigo nuevas leyes, que querían dar respuesta a los diferentes cambios políticos, económicos y morales que se iban produciendo. La «Lex Acilia» –que apareció al mismo tiempo que los «quaestiones perpetuaes»–, subió la pena para los delitos de malversación de fondos y cohecho de la «Lex Calpurnia», estableciendo una multa del doble del valor del daño causado por el funcionario. Es una de las más conocidas, porque se ha conservado gran parte de su texto original.
La «Lex Servilia» introdujo la pérdida de los derechos políticos para los corruptos
Otras leyes importantes fuero la «Lex Sempronia» (122 a.C.) o la «Lex Servilia de Repetundis» (111 a.C.), que establecieron penas más severas para los delitos de cohecho. La segunda, en concreto, fue la primera ley que introdujo la pérdida de los derechos políticos. Ambas fueron completadas con otras como la «Lex Livia Iudiciaria» (91 a.C.), que impuso una corte especial para los juicios contra los jueces corruptos que hubieran cometido extorsión, o la «Lex Cornelia», que aumentaba las condenas para los magistrados que aceptaran dinero en un juicio por cohecho. Esta última debe su nombre al dictador Lucio Cornelio Sila, que la estableció tres años antes de morir.
La corrupción, sin embargo, seguía imparable. En esta época, el gobernador de Sicilia, Verres, se convirtió de alguna manera en el arquetipo originario del «corruptócrata» incorregible. Se calcula que robó al erario público más de cuarenta millones de sestercios y depredó literalmente su provincia. Y no fue una excepción. El mismo Cicerón, que no le tenía especial simpatía y se esforzaba en presentarlo como un caso claro de avidez de poder, afirmó, por el contrario, que su conducta representaba la norma en buena parte del imperio romano.
Julio César, en las puertas del Tesoro
Cuando aún era cónsul, Julio César fue el que propuso la última y más severa ley republicana contra los delitos de corrupción, la «Lex Iulia», que incluía penas de multas desorbitadas y el destierro. Es curioso que fuera él, pues poco antes no había dudado en recurrir a cualquier medio para acceder al consulado. «Cuando el tribuno Metello trató de impedirle que tomase dinero de las reservas del Estado, citando algunas leyes que vetaban tocarlo, él respondió que el tiempo de las armas es distinto al de las leyes… y se encaminó hacia las puertas del Tesoro», contó de él el historiador Plutarco. Eso no le impidió establecer más de cien capítulos en su ley, la mayoría de ellos destinados a los magistrados e, incluso, jueces que se hubieran dejado sobornar para favorecer a un acusado en un delito de corrupción.
Todas estas leyes demuestran el grado de corrupción que se vivía en Roma
El contenido de todas estas leyes demuestra el grado de corrupción que se vivía en Roma. Con la llegada del Imperio en el 27 a.C., éste no solo no se redujo, sino que se incrementó. Los políticos siguieron sobornando a los funcionarios para conseguir puestos en la administración, mientras que a los ciudadanos se les asfixiaba cada vez con más impuestos y se veían obligados a pagar propinas a cambio de que se les agilizara algún trámite solicitado.
A partir de Augusto, el erario público fue perdiendo importancia e independencia, al ser sustituido por la caja privada del emperador. Esto facilitó, sin duda, la corrupción, a la que se intentó poner remedio. Durante la época del emperador Adriano (24-76 d.C.), por ejemplo, se amplió «crimen repetundarum» a todos los actos de malversación realizados por los funcionarios públicos y los sancionó incluso con penas de muerte. Y junto a este crimen, aparecieron otros como la «concussio» (concusión), una de las prácticas favoritas de los gobernadores provinciales, consistente en exigir a los ciudadanos una contribución no establecida por la ley o aumentar otra sí existente de manera desorbitada.
Pero la historia de Roma parece que ya había sido escrita por el escritor y político romano Petronio, cuando se preguntó, impotente, en el siglo I: «¿Qué pueden hacer las leyes, donde sólo el dinero reina?».
Cardo, historia hominis est corruptela.
Blas
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El Yayo Fernandez dijo:
Yo mas bien diría que la corrupción es natural, como la vida misma. Vamos, que la gente hasta sonríe en los bares con un cierto orgullo al nombrar a los que se lo llevan crudo, porque les gustaría ser ellos mismos. Que sí, que los españoles sueñan con ser corruptos, por eso se entrenan pagando facturas sin IVA a la mínima que surge la ocasión. Así es la vida en España, caballeros. Aunque suene muy mal.
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Quesada dijo:
Siempre habrá corrupción mientras tengamos una ley de transparencia que es una puta mierda. Una ley mate que impide ver a cualquier indecente. Y no digamos ahora que otra ley pone plazo fijo a la investigación de los jueces en casos de corrupción – para que no se eternicen, dicen- ¡Qué barbaridad de país y de leyes!
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Damasco dijo:
¿Qué se puede esperar de una España ( y de una Europa) que demuestra tener más miedo a la fe cristiana que a la barbarie ideológica islamista que con su bandera tapa y entierra definitivamente las libertades generales de la sociedad? ¿Qué se puede esperar de una juventud ( según una encuesta, CIS a IEEE) que decide (80%) no coger las armas para defenderse de una hipotética invasión? Pues lo que se puede esperar está claro: !COGE LA BOLSA Y SALGAMOS CORRIENDO¡
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Rosa dijo:
Blas… esta vd que se sale!
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